Aunque Porta Missé seguirá teniendo un vínculo constante con la sociedad inglesa y visitará asiduamente Londres, a principios de los años setenta regresa al domicilio familiar Barcelona, viviendo a caballo entre su ciudad natal y Sitges. Allí pasará una de las épocas más bohemias de su vida, aunque nunca dejará de dibujar. Para Porta Missé dibujar es un acto prácticamente involuntario, una necesidad vital, como la de respirar. De esa época se conservan cientos de dibujos de personajes ingleses, de turistas que, de todas las nacionalidades veranean en Sitges.

Sitges además le permitirá entablar amistad con personas relevantes en el mundo del arte y de la cultura de la época. El hecho que probablemente marca de forma más determinante esta nueva época artística es que en 1977 el galerista alemán Folker Skulima se interesa por sus dibujos y, al año siguiente, le organiza su primera exposición en Berlín.

Porta Missé recuerda muy especialmente la impresión que le causó esa primera visita Berlín. Aunque no había estado nunca antes cuando se alojó en caso de galerista Skulima tuvo una estremecedora sensación de “deja vu”. Berlín fue la ciudad europea preferida por su padre y donde vivió y trabajó durante los años 20. Tal vez Porta Missé llevaba Berlín en sus genes. Sea como fuera, lo cierto es que, además de su nuevo éxito artístico y comercial, Berlín representó un claro punto de inflexión en su estilo pictórico. Visitaba diariamente las exposiciones organizadas en la ciudad. Se impregnó de la obra de los artistas de vanguardia europea como Kandinsky, Klee, Léger, pero sobre todo de los artistas rusos (Tatlin, Popova, Goncharova,…) y, muy especialmente, el que es para él es “padre de todos los ismos”, Kazimir Malévich.

Al regreso de Berlín Porta Missé inicia su “Época Constructivista”. Como casi siempre, la figura humana juega un papel central. “Hombre butaca”, “El fumador”, “El Pensador”, “Gangster”, “La Reverencia”. Formas geométricas descompuestas y mostradas en un solo plano. Son obras de extraordinaria calidad tanto por su composición, simplicidad y armonía de los colores.