Después de los éxitos obtenidos en Barcelona y Madrid decidió abrir horizontes. Tras una breve estancia en París se estableció en Londres. Inicialmente alquiló un pequeño estudio en el centro de la ciudad, en Montpellier Street, justo delante de los Almacenes Harrod’s. Su adaptación a la vida londinense de finales de los años 60 fue prácticamente inmediata.

Porta Missé se sintió fascinado por la elegancia de la sociedad inglesa, a la que retrata sin cesar. Primero dibujos sobre papel e inmediatamente después óleos sobre tela: caballeros con bombín, dandis, damas con sofisticadas pamelas en el Derby de Ascot.

Fue rápidamente aceptado y respetado como artista. En 1968, solo un año después de su llegada, ya fue invitado a participar en una exposición colectiva “Friends and Famous People” organizada por la prestigiosa Grosvenor Gallery. De nuevo obtuvo un rotundo éxito. Vendía prácticamente todo lo que pintaba, lo cual le permitió comprar, primero un apartamento en Royal Hospital Road, con vistas a los Physic Gardens, en Chelsea y, por último, un piso de mayor tamaño en Harcourt Terrace, en Kengsington.